viernes, 17 de julio de 2015

La caída de la Torre de Babel y el Opus Magnum


La interpretacion esotérica del relato de la Torre de Babel 


El Libro de Génesis pretende relatar la historia primordial de la tierra y de la humanidad. Según la cronología bíblica, la civilización humana fue destruida por el dios hebreo Yahvé y sus esbirros celestiales por lo menos dos veces. La primera vez fue cuando Yahvé pronunció una sentencia de muerte sobre la humanidad antediluviana por su mestizaje con seres divinos de origen celestial y decidió arrasar con la civilización por el diluvio. Más tarde cuando la nueva humanidad ya había nacido y la civilización humana se había reconstruido Yahvé vendría a la tierra de nuevo y junto con sus secuaces divinos arruinaría la primera ciudad de los hombres posdiluvianos. Según el relato, la gran torre de su ciudad sería derrocada y los habitantes serían esparcidos y desterrados a otros lugares de la tierra.

Cualquier persona que conozca el esoterismo del Judaísmo sabrá muy bien que todos los relatos del Pentateuco hebreo tienen varios niveles de interpretaciones y contienen muchas alegorías esotéricas cuyo significado original es conocido por unos pocos iniciados. Cuando el Pentateuco se lee de modo literal desde el exterior sus relatos parecen ser nada más que unos registros históricos del pueblo judío y de su relación con su dios; sin embargo, cuando uno es admitido al círculo interior del Judaísmo y se le revelan los muchos secretos codificados en las escrituras hebreas sólo entonces se pueden comprender los significados verdaderos de los relatos bíblicos. La Biblia hebrea ha sido desde su inicio un cianotipo del Sionismo judío y una herramienta para controlar y manipular a los pueblos gentiles que han caído víctimas del programa de engaño religioso de la élite judía. La interpretación literal es para los gentiles engañadizos mientras las interpretaciones ocultas y esotéricas son para las élites iniciadas que buscan dominar el mundo. Así es el modus operandi de los sionistas judíos y de su dios malévolo Yahvé (Anu, El, Saturno).

Los Judíos élites iniciados son el pueblo de Anu. Ellos son de su linaje y trabajan para él como sus esbirros en la tierra. Muchos de ellos son seres híbridos que llevan la sangre de Anu y también la de sus aliados draconianos. Su misión terrenal es la esclavización y la destrucción de los pueblos gentiles que tienen su origen en el linaje de Enki, y la dominación del mundo entero en nombre del sistema anuista. El Sionismo judío le pertenece a Anu, el gran adversario de Enki y de la humanidad.  El relato de la Torre de Babel en Génesis capítulo 11 tiene una polivalencia esotérica escondida.

Según la interpretación judeocristiana exotérica enseñada en las iglesias de los gentiles y las sinagogas de los judíos comunes no-iniciados, el relato de la Torre de Babel es una historia literal o a veces un cuento moral que denuncia la rebelión humana contra 'dios', repudia la supuesta soberbia del hombre y justifica el castigo de Yahvé contra la humanidad. Sin embargo, visto desde una perspectiva anuista esotérica, el relato es una alegoría de la invasión de los extraterrestres anuistas en el momento de la guerra divina antigua y la consiguiente destrucción de la espiritualidad enkista a manos de los secuaces de Anu hace unos 4000 años. Se relata de modo simbólico cómo los Anuistas vinieron a la tierra y desbarataron el desarrollo espiritual de la humanidad. Los Anuistas siempre han tenido como su objetivo la supresión del conocimiento espiritual de los gentiles y el monopolio del poder oculto para ellos mismos.



La Interpretación Exotérica según la Perspectiva Eclesiástica


Génesis capítulo 11 empieza con una descripción muy abreviada de la historia de la primera civilización humana de la era posdiluviana. El texto detalla que la humanidad entonces hablaba una sola lengua y se había establecido en una llanura en la tierra de Sinar en el oriente (Génesis 11:1-2). Está claro que la tierra de Sinar se refiere a la región de Sumeria en el sur de Mesopotamia puesto que en el previo capítulo el mismo lugar es identificado como el reino de Nimrod cuyas ciudades principales eran Babel, Erech (Uruk), Akkad y Calneh (Génesis 10:10). Los hombres deciden asentarse en la región de Sumeria y edificar una gran civilización. Se ponen a hacer ladrillos y empiezan a construir una suntuosa ciudad y una torre enhiesta cuya cúspide está por llegar al cielo (Génesis 11:3-4). La ciudad de los hombres está prosperando y la humanidad se está haciendo cada vez más poderosa.

De repente llegan Yahvé y sus secuaces celestiales y descienden a la tierra para ver la ciudad que edificaban los hombres (Génesis 11:5). Entonces al ver el desarrollo de la civilización de los hombres Yahvé se preocupa y admite que el pueblo es uno, su obra de construcción está en progreso y si siguen así no habrá nada que les haga desistir de lo que han pensado hacer (Génesis 11:6). Es evidente que Yahvé y sus esbirros están bien preocupados por lo que ven y la última admisión de Yahvé no es de ninguna manera una frase propia de un dios omnipotente e invencible. Temiendo el asombroso desarrollo de la ciudad de los hombres, Yahvé y sus aliados deciden descender a la tierra, confundir el habla de todos los hombres que obraban en la ciudad y esparcirlos sobre la faz de la tierra (Génesis 11:7-8). Según la tradición bíblica, el nombre de la ciudad fue llamado Babel, pues allí Yahvé confundió el lenguaje de toda la tierra (Génesis 11:9). Es interesante notar que aquí el topónimo mesopotámico Babel es denigrado por un juego de palabras en el Hebreo original en el cual el nombre Babel es asociado al verbo hebreo balal cuyo significado es 'confundir'.

Según la interpretación exotérica de las iglesias gentiles, la construcción de la torre cuya cúspide llega al cielo es un símbolo de la rebelión del hombre contra 'dios'. El hombre pretende ser como Yahvé e incluso intenta llegar a su morada celestial. El relato es visto como un cuento moral que denuncia la supuesta soberbia del hombre y repudia la búsqueda del endiosamiento. Como es el caso siempre, el hombre es presentado como un malhechor altanero que pretende arrogarse el título de la divinidad y Yahvé es presentado como una víctima desafortunada de los pecados injustos y las rebeliones indebidas del hombre. Sin embargo, veremos en la próxima sección que éste es otro caso de la inversión acusatoria y en realidad es el dios hebreo el que es el agresor mientras el hombre sólo sufre el abuso de ese impostor judío.

En el relato bíblico la destrucción de la primera civilización posdiluviana es vista como algo debido y justificado. El hombre tiene toda la culpa y Yahvé está en lo correcto cuando vuelve a castigar a la humanidad. Además, se implica que la ciudad de Babel era un lugar de confusión espiritual y por lo tanto la invasión de la región a manos de Yahvé y sus aliados fue algo necesario para la humanidad. Pronto veremos por qué todo esto es nada más que pura mentira y un engaño flagrante. Las ignominiosas iglesias cristianas dirán cualquier mentira para justificar la infinitud de maldades misántropas que el malvado impostor hebreo comete contra la humanidad. Las iglesias no hacen nada más que esclavizar la mente del hombre y mantenerlo en el mismo estado de oscurantismo que Yahvé le impuso en el momento de la invasión de Babel.



La Interpretación Esotérica: La Destrucción de la Espiritualidad Enkista

El verdadero significado de la invasión de la ciudad de Babel es un asalto contra el desarrollo espiritual de la humanidad por parte de los malévolos dioses anuistas y sus aliados. El embate tendría lugar en el tiempo de la guerra divina antigua entre nuestros dioses enkitas y los opuestos dioses anuistas de la cual hablamos en el previo artículo. Cuando las ciudades de la región de Sumeria fueron desoladas por los efectos de las armas de destrucción masiva y los dioses enkitas se vieron forzados a evacuarse al cielo hace unos cuatro milenios, vinieron a la tierra Anu y su ejército de malhechores y ellos se apoderaron de muchas zonas del planeta y desbarataron el desarrollo espiritual de los hombres. Por lo tanto, la alegoría bíblica de la destrucción de la Torre de Babel señala el final de la era dorada en la cual los seres humanos vivíamos con nuestros dioses y marca el comienzo de una nueva era de oscuridad espiritual y esclavitud psíquica a manos de los invasores anuistas.

Contrario a la falsa etimología hebrea que sugiere que Babel fue llamado así por ser una fuente de la confusión, el significado auténtico del topónimo Babel era 'puerta de dios' o 'puerta de los dioses'. Sus varias pronunciaciones acadias incluían bab-ilu y bab-ilani y este nombre semítico era un calco directo de su nombre sumerio ka-dingirra que equivalía 'puerta de los dioses' (George, 1992i). La verdad es que la ciudad de Babel era en aquel tiempo un gran centro del aprendizaje espiritual y una verdadera puerta a la divinidad a través del desarrollo de las facultades psíquicas ocultas. La hermosa ciudad de Marduk era un gran baluarte de la corriente espiritual enkista y allí nuestros grandes dioses les enseñaban a los hombres la ciencia oculta del cielo, los grandes misterios de la civilización de los dioses, las artes mágicas, las enseñanzas esotéricas, el camino de la Kundalini y el Opus Magnum: el endiosamiento del hombre y la adquisición de la inmortalidadii. Babel era una gran ciudad cosmopolita y un lugar de cultura y civilización. La idea de que Babel era una ciudad depravada y degenerada como una ramera como afirma la Biblia no podría estar más alejada de la realidad.

La gran ciudad de Marduk fue desvalijada por los invasores anuistas en el tiempo de la última guerra divina mesopotámica y el conocimiento espiritual sumamente avanzado que los dioses enkitas les habían impartido a los hombres fue suprimido. Los Anuistas trastocarían el desarrollo espiritual del pueblo mardukita y impondrían una política de oscurantismo. A partir de ahora vamos a analizar el texto bíblico versículo por versículo y entender el significado original de la alegoría en su contexto esotérico anuista.


'Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.' (Génesis 11:1)

Aquí no se trata de la lengua hablada sino que se refiere a una lengua universal de la raza humana: la espiritualidad original. La lengua única de la tierra de la cual habla el narrador bíblico es en realidad el conocimiento de los chakras, la Kundalini y el Opus Magnum. Es la ciencia de los dioses. Babel era literalmente la puerta a la divinidad a través del conocimiento oculto bajo la tutela de Marduk. Toda la tierra hablaba esa misma lengua. En todas partes los hombres aprendían de sus benévolos dioses tutelares y desarrollaban sus poderes espirituales. Los hijos de Enki en la tierra caminaban rumbo al endiosamiento total.


'Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí.' (Génesis 11:2)

Aquí vemos que los humanos posdiluvianos que se asentaron en la región de Sumeria en el sur de Mesopotamia llegaron del oriente. Habrán sido los descendientes de los sobrevivientes de la civilización atlante antediluviana ubicada en el subcontinente indio y por lo tanto habrán traído consigo el conocimiento espiritual oriental. Es muy interesante notar que existen muchos asombrosos paralelismos entre la mitología hindú antigua y la religión de las civilizaciones mesopotámicas.


'Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió de ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.' (Génesis 11:3)

Aquí los hombres se ponen a hacer ladrillos. ¿Para qué usarán los ladrillos? La interpretación literalista afirmará que se están preparando para construir un gran Zigurat al estilo babilónico como símbolo de su desafío a la autoridad de 'dios'. Sin embargo, es evidente que este relato hebreo es de todas manera una alegoría esotérica puesto que en realidad una simple torre de cemento y ladrillo no podría ser una verdadera amenaza o una legítima fuente de preocupación para un gran dios celestial supuestamente todopoderoso. Así que queda claro que los ladrillos y el asfalto se refieren a otra cosa a nivel metafórico.

Los ladrillos simbolizan los chakras del alma y el fuego representa la fuerza de la Kundalini. Fíjense en la frase 'cozámoslo con fuego'. Aquí con su entrenamiento espiritual los hombres logran activar los chakras y el fuego de la Kundalini se extiende por todo el cuerpo como resultado. Sus poderes psíquicos ya están activados. El hombre ya está listo para edificar su templo espiritual dentro de su propia alma. El alcance de la divinidad está cerca.


'Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.' (Génesis 11:4)

La torre cuya cúspide llega al cielo es una referencia esotérica a la subida del fuego de la Kundalini hasta el séptimo chakra, el punto más alto de la línea de los chakras del alma en la coronilla. En términos ocultos cielo es un código para el séptimo y último chakra. Aquí los hombres están a punto de abrir todos los chakras y levantar de serpiente de la Kundalini hasta el chakra celestial. Su progreso es asombroso.

La referencia al temido esparcimiento de los hombres sobre la faz de toda la tierra es una alegoría del desorden de los chakras en el caso de un ataque psíquico contra su desarrollo espiritual. Si los chakras son esparcidos caóticamente entonces ya no están alineados de modo correcto y el poder de la Kundalini ya no puede llegar hasta la coronilla.


'Y descendió Yahvé para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.' (Génesis 11:5)

Anu hace un viaje a la tierra para ver cómo van las cosas en la colonia terrestre. Cuando se da cuenta de que los hombres han desarrollado sus poderes psíquicos y están a punto de realizar el Opus Magnum y alcanzar el endiosamiento, Anu queda asustado. Él teme que los hombres se vuelvan aún más incontrolables debido a su nuevo conocimiento espiritual avanzadísimo y tiene miedo a que los avances descomunales de la humanidad perjudiquen su dictadura en la tierra. Anu sólo nos ve como un recurso para explotar. Él quiere mantenernos en una mentalidad de esclavitud y sumisión ciega a su autoridad. Por eso todas sus religiones como el Judeocristianismo y el Islam son oscurantistas y repudian el conocimiento oculto, la magia y el yoga. En fin, Anu busca impedir que crezcamos a nivel espiritual porque él quiere mantenernos controlables, fáciles de engañar y esclavizables. Si la ciencia es potencia entonces la ignorancia es esclavitud.


'Y dijo Yahvé: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir de lo que han pensado hacer.' (Génesis 11:6)

Ahora Anu está bien preocupado. Él reconoce que los hombres tienen un solo lenguaje y han comenzado la obra. Ya tienen los chakras alineados y activados y han comenzado el Opus Magnum. Anu sabe que si lo logran y alcanzan la divinidad entonces los hombres podrán hacer cualquier cosa y los Anuistas no los podrán detener. Anu nunca ha querido que la humanidad alcance la iluminación; él sólo ha querido establecer una dictadura en la tierra en la cual todo el mundo esté atontecido y siga su visión del mundo.

Este versículo recuerda el episodio relatado en Génesis 3:22 en el cual Anu-Yahvé dice: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no coma del árbol de la vida y viva para siempre. Cada vez que el hombre incrementa su conocimiento Anu-Yahvé se preocupa y busca detener el progreso de la humanidad. Cuando Adapa-Adán recibió la ciencia del designio del cielo y de la tierra gracias a su dios benévolo Enki, el malévolo Anu-Yahvé intentó engañar a la humanidad y le aumentó sus adversidades y sufrimientos en la tierra. Del mismo modo, cuando los hombres habían desarrollado sus poderes psíquicos y estaban por realizar el Opus Magnum del endiosamiento humano en la ciudad de Babel el mismo Anu-Yahvé bajó a la tierra de nuevo para desbaratar su proyecto de iluminación espiritual. Anu-Yahvé no es el padre de la humanidad; él es nuestro verdadero adversario que siempre ha buscado detener nuestro progreso como civilización y someternos a su dictadura. Las religiones abrahámicas son nada más que sistemas de esclavitud mental que nos enseñan a amar a nuestro propio verdugo y abusador.


'Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.' (Génesis 11:7)

Aquí Anu y sus aliados draconianos planean su ataque contra la humanidad para detener su progreso espiritual y someterla a su nefasda dictadura cósmica. Ahora estamos viendo el precursor de la gran guerra mesopotámica entre los dioses enkitas y los dioses anuistas. Los vientos de guerra ya se avecinan y el ataque de los Anuistas es inminente.


'Así los esparció Yahvé desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.' (Génesis 11:8)

Estos últimos dos versículos (Génesis 11:7-8) de este relato alegórico contienen la historia real de una verdadera invasión extraterrestre antigua. Al ver que los hombres han despertado al conocimiento oculto avanzado y se acercan a la divinidad, Anu y sus aliados draconianos viniendo del espacio invaden la tierra y guerrean con los humanos y nuestros dioses enkitas. Notemos que en Génesis 11:7 Yahvé habla en plural igual que en los otros capítulos del libro. Anu viene acompañado por más extraterrestres malévolos y ordena la destrucción del antiguo orden espiritual. La invasión repentina trastoca el progreso espiritual de la humanidad y la tierra se convierte en el campo de una guerra encarnizada.

Desesperados por detener el crecimiento asombroso de su 'raza esclava' y apoderarse de la tierra para establecer su dictadura, los Anuistas recurren a las armas de destrucción masiva. Como resultado las ciudades de nuestros dioses son desoladas por el 'viento maligno' y muchos de los Enkitas se ven forzados a evacuarse de la tierra. La guerra es un gran desastre. Muchos de nuestros dioses son capturados por los invasores anuistas y luego son encarcelados en prisiones energéticas. De allí surge la idea de los ángeles rebeldes encadenados en el abismo infernal en los textos apócrifos del Judaísmo de la época del Segundo Templo y la literatura apocalíptica neotestamentaria. Mientras tanto, otros dioses nuestros, encabezados por Enki, logran escaparse y se repliegan a su hogar originario en la constelación de Orión para preparar un futuro contraataque contra el orden de Anu.

Desde entonces la humanidad cae en las garras del sistema anuista. La gloriosa era dorada de antaño ya ha llegado a su fin y una nueva era de oscurantismo alborea. El esparcimiento de los hombres sobre la faz de toda la tierra se refiere a la confusión de los chakras del alma humana por parte de Anu. En el momento de la invasión, los Anuistas nos sellaron los chakras a través de su magia negra extraterrestre muy avanzada y nos hicieron imposible el Opus Magnum. Así Anu-Yahvé confundió el lenguaje (espiritual) de la humanidad. Al final los hombres dejaron de edificar la ciudad. Ya no se dedicarían más a la obra del espíritu.


'Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Yahvé el lenguaje de toda la tierra y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.' (Génesis 11:9)

Al final el mundo entero sucumbió a la confusión espiritual que los Anuistas le habían impuesto a la humanidad. En la era dorada antes de la invasión, la espiritualidad iluminaba a los hombres y les enseñaba a crecer y hacerse poderosos. La corriente espiritual pura abrazaba la fuerza de la vida y engrandecía al hombre. Era todo lo contrario de las corrientes religiosas de las épocas posteriores. Las religiones de Anu creadas después de la trágica invasión no fortalecen al hombre. Al contrario embotan el alma del hombre, nos inculcan una mentalidad de fatalismo y una actitud de pacifismo ciego, nos enseñan a amar a nuestros enemigos y a aquellos que nos oprimen, nos ordenan a rechazar el conocimiento espiritual y nos acondicionan a pensar que la sumisión ciega a 'dios' es una virtud. Las religiones actuales empequeñecen al hombre; lo hacen débil y destruyen la fuerza de su alma. Las religiones de Anu como el Cristianismo, el Budismo y las tonterías de la Nueva Era sólo desembocan en el suicidio colectivo de la humanidad a nivel espiritual.

El verdadero significado esotérico de la alegoría de la Torre de Babel es muy distinto a la interpretación exotérica literalista de las iglesias cristianas que sólo saben leer los relatos de la Biblia al pie de la letra. A diferencia de los fundamentalistas gentiles enceguecidos por su fe contumaz, los Judíos iniciados de las sociedades secretas anuistas saben muy bien que la historia de su pueblo presentada en la Biblia es falsa. Los Sionistas entienden que los relatos de los patriarcas y muchos eventos bíblicos son nada más que cuentos ficticios y alegóricos. A ellos no les importa, pues entienden las dizque escrituras sagradas de otra manera. Ellos comprenden sus valores esotéricos. Ellos conocen la realidad de que las escrituras bíblicas son de hecho un esbozo codificado de la dominación mundial sionista y una herramienta bien útil para el control del pueblo a través de las religiones.

El relato de la Torre de Babel en realidad no tiene nada que ver con la supuesta rebelión del hombre contra la autoridad de 'dios'. Es nomás una alegoría de cómo el dios de los Judíos junto con sus esbirros celestiales invadió la tierra y destruyó el conocimiento espiritual avanzado de los pueblos gentiles. Los Judíos sionistas aliados con Anu-Yahvé entienden que la auténtica promesa de la Biblia es la dominación judía de todos los países gentiles y el monopolio anuista sobre el poder oculto es uno de los objetivos centrales de su movimiento nefasto.



El Origen del Simbolismo de la Alegoría: El Etemenanki

Puesto que el relato de la Torre de Babel es de hecho alegórico, la enhiesta torre desafiante de la Biblia no existió realmente en la época de la invasión anuista hace unos 4000 años. Era simplemente un símbolo utilizado para relatar la historia esotérica de lo que sucedió en aquel día funesto. Sin embargo, queda una pregunta: ¿De dónde sacaron los escribas hebreos el simbolismo de la alegoría de la Torre de Babel?

La respuesta más verosímil es que el simbolismo de la torre bíblica en Génesis capítulo 11 tiene su origen en un histórico zigurat babilónico del primer milenio llamado el Etemenanki (Harris, 2002iii; Streck, 2006iv). El Etemenanki era una especie de pirámide escalonada que fue edificada en la ciudad de Babel por primera vez en el segundo milenio AEC y luego reconstruida por el rey neo-babilonio Nabucodonosor II en el siglo 6 AEC (George, 2007v). El zigurat era dedicado a Marduk y tenía unas siete plantas y un muy gran tamaño. En la cima del zigurat había un gran templo de Marduk. El templo tenía cuatro atrios: un sagrario de Marduk, un cuarto dedicado a su padre Enki, un cuarto dedicado a los otros dioses sumerios y un cuarto sacerdotal. En el techo de este último había también un observatorio astronómico. Su nombre Etemenanki es una frase de origen sumerio que significa 'templo del fundamento del cielo y de la tierra'. El Etemenanki fue destruido en 689 AEC a manos del rey asirio invasor Senaquerib, pero luego fue reconstruido por Nabucodonosor II a comienzos del siglo 6. Este período de tiempo coincide con el exilio de los Judíos en Babilonia (587-538 AEC).

Es muy interesante que la reconstrucción del Etemenanki en la ciudad de Babel coincidió con el período exílico del pueblo judío en Babilonia. Puesto que los Babilonios de las generaciones de Nabucodonosor II y su padre Nabopolasar tardaron 88 años en reconstruir su sagrado zigurat, los Hebreos exiliados habrán presenciado la obra sin lugar a dudas. Habrán visto cómo los arquitectos y albañiles de Babilonia construían una gran pirámide o torre mucho más alta que cualquier otra estructura que pudieran haber visto. Los Hebreos, el pueblo de Anu (Yahvé), veían a los dioses sumero-babilonios como Marduk, Enki y Nabu como enemigos de su dios y aborrecían la cultura babilónica. Los Hebreos siempre calumniaban a los Babilonios en sus escrituras y los presentaban como impíos e idolatras en los libros de los profetas. Los élites religiosos de la judería veían a los Babilonios politeístas como sacrílegos levantiscos que se rebelaban contra el supuesto único dios verdadero de los Judíos. Además, el sacerdocio judío, una organización de Anu, resentía que los Babilonios aún se mantuvieran fieles a su dios Marduk y conservaran la corriente espiritual enkista. Los élites del Judaísmo, todos agentes de Anu en la tierra, siempre quisieron destruir el conocimiento espiritual de los pueblos gentiles. Los Babilonios y los Hebreos no solamente eran enemigos en la guerra sino también enemigos en la espiritualidad.

Los sacerdotes judíos en el exilio sabían que el reino de Babilonia aún mantenía la corriente espiritual de los dioses enkitas y veían el Etemenanki en cuya cima yacía el templo de Marduk como un símbolo del gran conocimiento oculto de los reinos aliados con Enki. Por lo tanto, ellos lo asociaron al progreso espiritual que la humanidad enkista alcanzaba en la era dorada antes de la invasión de los Anuistas y la creación del pueblo hebreo alrededor de 2000 AEC. La torre sagrada de los Babilonios se convirtió en un símbolo del aprendizaje espiritual enkista y por consiguiente la destrucción de la misma llegó a simbolizar la supresión del conocimiento esotérico de los pueblos gentiles a manos de los Anuistas. Así nació el simbolismo alegórico del relato de la Torre de Babel.

Todo esto tiene mucho sentido cuando consideramos que los libros del Pentateuco, Génesis incluido, fueron redactados en una fecha exílica alrededor de 550 AEC.


Conclusiones:

La Torre de Babel bíblica no existió en sí, pues el relato es más bien una fábula ficticia judía y un cuento alegórico esotérico en el cual se codifica una historia secreta real. Interpretado de modo esotérico, el relato de la destrucción de la torre y del esparcimiento de los hombres sobre la faz de toda la tierra es una descripción oculta de una agresiva invasión anuista en un momento de la guerra divina mesopotámica y la consiguiente destrucción del antiguo orden espiritual enkista.

Los ladrillos de la torre simbolizan los chakras del alma y el fuego con el cual los albañiles los cuecen es una representación alegórica de la fuerza de la Kundalini que sube por el cuerpo activando todos los chakras. El cielo al que llega la cúspide de la torre se refiere al chakra celestial, el séptimo y último chakra que se encuentra en la coronilla. El pueblo unido y de una sola lengua es una referencia metafórica al alineamiento perfecto de los chakras y la obra de construcción simboliza el Opus Magnum o el máximo desarrollo espiritual. En fin, la Torre de Babel cuyo significado auténtico es 'puerta de los dioses' es una alegoría del asombroso progreso del hombre antes de la repentina invasión de los Anuistas.

El derrumbamiento de la torre, la confusión del lenguaje del pueblo y el esparcimiento de los hombres sobre la faz de toda la tierra a manos de Yahvé son episodios alegóricos del sabotaje de la espiritualidad original del hombre, la confusión y el sellamiento de los chakras y la destrucción del conocimiento oculto de los gentiles a manos de Anu y sus malvados aliados. Los élites del sacerdocio judío, el pueblo de Anu, siempre han buscado suprimir la ciencia espiritual de los pueblos gentiles, pues quieren monopolizar todo el conocimiento mágico para ellos mismos. El pueblo de Anu, los hijos del Sionismo judío, desea debilitar a la humanidad no-judía para luego apoderarse de todas sus naciones. El Sionismo judío es la dominación mundial anuista.

Aunque el relato bíblico sea una alegoría esotérica, el simbolismo de la Torre de Babel se inspiró en el grandioso zigurat del Etemenanki en el corazón de Babilonia. Los élites del sacerdocio judío en el exilio lo consideraban un símbolo de la corriente espiritual enkista de los pueblos gentiles y por lo tanto su destrucción a manos de su dios Anu-Yahvé representaba de modo alegórico la supresión del conocimiento oculto de la humanidad por parte de los Anuistas. Por consiguiente, el asalto contra la Torre de Babel se debe considerar un asalto directo contra nuestra espiritualidad como la progenie de Enki. Los élites anuistas, los hijos del Sionismo, siempre han querido destruir nuestra espiritualidad enkista y someternos a su sistema de esclavitud mental.

¡No podemos permitir que lo consigan! ¡Abracemos el espíritu de la lucha y esforcémonos a reconstruir nuestra propia Torre de Babel a través del abrimiento de todos los chakras y el levantamiento del fuego de la Kundalini!



Texto Original:

http://www.enkiptahsatya.com/18-la-torre-de-babel---una-fabula-que-esconde-una-historia-secreta.html

Referencias:

iGeorge, A.R. (1992) Babylonian Topographical Texts. Leuven (pp. 253-255)
iiLoveenki.com (http://www.loveenki.com/enki/2012/01/marduk-et-la-tour-de-babel/)
iiiHarris, S.L. (2002) Understanding the Bible. McGraw-Hill (pp.50-51)

ivStreck, M.P. (2006) Die Stadt, an deren Freuden man nicht satt wird. Damals. Special volume: 11-28.
vGeorge, A.R. (2007) The Tower of Babel: Archaeology, history and cuneiform texts. Archiv fuer Orientforschung, 51 (2005/2006) (pp. 75-95))